El equipo ha hecho una investigación que se publicó en la revista Nature que ha logrado medir las masas de estos agujeros negros combinando observaciones de estrellas de rápido movimiento con los telescopios del observatorio Keck (Hawaii) y el observatorio de la Universidad de Texas (EE UU).
Estos agujeros negros se encuentran en el centro de dos galaxias a 300 millones de años luz de la Tierra y, aunque ya se habían estudiado, no se esperaban tales dimensiones. Creen en la posibilidad de que sean los restos de algunas galaxias muy brillantes y grandes (quásares) que fueron los primeros pobladores del espacio.
Los agugeros negros son concentraciones de materia unos campos gravitatorios que nisiquiera la luz puede esquivar. Los agujeros negros supermasivos crecen a partir de la fusión con otros agujeros negros o capturando un gran número de estrellas y enormes cantidades de gas.
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